martes, 20 de diciembre de 2011

Edificios inteligentes, predicciones para el 2012

En los Estados Unidos, los edificios representan el 70 por ciento del uso total de energía, y casi el cuarenta por ciento de todas las emisiones de dióxido de carbono. Repensar cómo los edificios usan energía es una cuestión esencial de nuestro tiempo, y muchos han aceptado el reto de adaptar los acaparadores de energía para ahorrar dinero, hacer las ciudades más eficientes y ayudar al planeta.
edificios inteligentes para la eficiencia energética y el ahorra de energía
 Los edificios inteligentes pueden ayudar a la gente a traducir las cantidades masivas de datos que generan nuestros edificios, lo que, a su vez, nos ayuda a comprender con mayor precisión (y mejorar) el uso de energía.
Hoy en día, el mercado de los edificios inteligentes se estima en alrededor de $ 30 mil millones a nivel mundial, pero aún tiene mucho por crecer -la tecnología está todavía en evolución y la necesidad de edificios energéticamente más eficientes se está abriendo camino poco a poco en las agendas de planificación y  desarrollo.
David Bartlett, vicepresidente de IBM para  la Iniciativa  Edificios Más Inteligentes, hizo recientemente algunas predicciones sobre las cinco tendencias en la construcción que van a tener un gran impacto en el año 2012, en la medida en que  edificios inteligentes se conviertan  en una prioridad.
En una conversación con SmartPlanet, Bartlett explicó sus predicciones y nos dejó algunos proyectos que se están llevando a cabo para ayudar a que estas predicciones se hagan realidad.
Predicción 1: Veremos más vecindarios inteligentes.
Los urbanismos, dijo Bartlett, “son un buen lugar para dar impulso a lo que tenemos que hacer a nivel de la ciudad. Cuando usted puede estudiar edificios en el contexto de un vecindario, estos imitan los sistemas vivos. ”
Por ejemplo, IBM participa en un proyecto en Backbay, Boston, para ayudar a los vecinos a implementar una tecnología de red inteligente que supervisa y monitorea electrónicamente los  consumos de energía.
Con el sistema de ajuste de carbono instalado en este vecindario, los patrones de tráfico se pueden desglosar, y se pueden rastrear otras fuentes de carbono. Según Bartlett, este sistema ayudó a IBM  a identificar carbono en lugares inesperados, como fugas de metano en servicios públicos. “Cuando puedes tener este tipo de proyectos en el vecindario”, dijo, “se puede rediseñar un corredor verde. Puede ser un modelo a nivel de ciudades más grandes”.
Predicción 2 Vista de rayos X (o mayor transparencia en el funcionamiento de las edificaciones)
En la actualidad, la mayoría de la gente entiende lo que está sucediendo en su edificación y la cantidad de energía que están utilizando a modo de resumen al final de cada mes. Los contadores inteligentes, una de las partes fundamentales de un edificio inteligente, permiten a los propietarios de los edificios y residentes obtener un informe en “tiempo real” de su consumo de energía.
“Esto crea mucha más transparencia”, dijo Bartlett. “Nosotros utilizamos una gran cantidad de recursos sin entender realmente cómo podemos cambiar.” Ver la energía o el agua que utilizamos por tarea,   ayudará a conducir una transformación en la eficiencia energética.
Tomar una muestra representativa del consumo de un edificio será muy útil para las grandes estructuras y planteles. Los análisis nos llevarán directamente hacia la conducta que se puede cambiar, así como recomendar temperaturas que ahorren energía, y mostrar al instante cuando algo necesita ser arreglado.
Las instalaciones de IBM en Rochester, Minnesota, han puesto en marcha este sistema de transparencia. Los edificios que ocupan un área de 3.2 millones de pies cuadrados, e IBM toma datos en tiempo real de más de 300.000 puntos y, combinando los resultados, ayuda a hacer el campus lo más eficiente posible, con una reducción del consumo de energía de un ocho por ciento.
Predicción 3. La proliferación de una “Internet de Cosas”
La tecnología de sensor, que viene de la infraestructura física (como la utilizada en las instalaciones de IBM), está dando paso a una gran cantidad de objetos que están conectados a Internet y que pueden ayudar a las personas con estas tareas.
Este “Internet de las cosas” existe para dar información a la gente mediante el aumento de la conexión entre las personas y sus ciudades, y mediante el uso de ellos mismos como tecnología de sensor. Con los comentarios de los ciudadanos, las ciudades pueden ser más inteligentes. Aplicaciones, como la aplicación Streetline de estacionamiento, que ayuda a los conductores a encontrar lugares disponibles para estacionar, usa también de esta tecnología de sensor.
“La gente es probablemente mejor definiendo lo que necesitan que cualquier otra tecnología, proporcionando una interpretación más dinámica del entorno, y las aplicaciones los pueden a contribuir”, dijo Bartlett. Él llamó a esto “suministro ambiental de la gente”, o la capacidad de los ciudadanos a utilizar su teléfono para alertar a la directiva de la ciudad sobre problemas de las construcciones, baches o problemas de agua, al cargar fotos o al usar una aplicación que ayude a identificar el problema.
Bartlett dijo que IBM ha encontrado que la gente quiere participar en el mejoramiento de sus comunidades, y han sido muy receptivos a las aplicaciones que se han introducido hasta ahora. “Así como los vecindarios más inteligentes y los edificios inteligentes son los componentes básicos de las ciudades más inteligentes, las personas lo son también.”
Predicción 4. Más opciones de energía para las edificaciones.
Bartlett predice que en un futuro próximo, a medida que desarrollemos más fuentes de energía de bajo carbono, los propietarios de las construcciones serán capaces de ir a lo que él llama “el café de la energía”, y seleccionar diferentes tipos de energía a utilizar, en lugar de que un edificio esté obligado a utilizar sólo una cosa. El café significa que habrá una cantidad de diferentes fuentes de energía disponibles en la red.
Con los medidores inteligentes, no sólo los operadores de la edificación tendrán una idea de cuánto y qué tipo de energía utilizan, los edificios en el futuro podrán elegir, y  cambiar, la energía que utilizan de acuerdo a sus necesidades específicas.
Este método se llevó a cabo en las instalaciones de IBM, siguiendo un nuevo mandato de sostenibilidad. “Creo que es realmente genial”, dijo Bartlett, “porque en función de sus propias necesidades y de cuánto desea ser parte de esto, la gente  toma el control, en lugar de tener que tomar lo que se proporciona.”
Predicción 5.  Los equipos de vendedores de inmuebles se convertirán en corporaciones de “equipos de edificaciones inteligentes”.
En los próximos años, los cambios en la contabilidad les exigirán a todas las empresas que cotizan en la bolsa  hacer que sus gastos sean transparentes. Los costos de construcción suelen ser el mayor gasto en la nómina de una empresa, por lo que la transparencia es probable que ejerza presión sobre la empresa para realizar cambios agresivos en el uso de energía. “No hay nada que más obligue a  una empresa a tomar medidas que los gastos”, dijo Bartlett.
Las iniciativas de construcción inteligentes les ayudarán a escuchar cómo sus edificios están desperdiciando energía y dinero, dándoles la oportunidad de reducir costos y disminuir su huella de carbono.
IBM ha estado trabajando con New York City, una ciudad cuyos edificios son mucho más responsables de los gases de invernadero que muchas otras ciudades, debido a su densidad, para ayudar a los 4.000 edificios a cumplir con los objetivos del alcalde Bloomberg de eficiencia energética.
“La tecnología implementada aquí va lo va ayudar a conseguir transparencia y a encontrar los edificios más y menos eficientes “, dijo Bartlett. Actualmente, el costo del uso de energía en edificios de la municipalidad de Nueva York representa más de $ 800 millones por año, y alrededor del 64 por ciento de los gases de efecto invernadero producidos por las operaciones del gobierno de la ciudad. El objetivo, con la ayuda de software de inteligencia de carbono de IBM, es reducir las emisiones de efecto invernadero de Nueva York en un 30 por ciento para 2017.
¿Qué se necesitará para que estas predicciones se hagan realidad?
“Todas estas predicciones no se basan en pura fantasía, sino en  cosas que están sucediendo”, dijo Bartlett. El precio de la tecnología alternativa está comenzando a caer debido a una tecnología cada vez más eficiente, lo que sin duda impulsará a la gente a usar los nuevos métodos de mirar el consumo energético.
La adopción de contadores inteligentes y la tecnología de edificios inteligentes será más rápida en los estados que cuentan con incentivos para los que lo hacen. La adopción, dijo, “requiere de contadores inteligentes, sí, pero también requiere una entidad  que esté dispuesta a volver a comprar la energía que no se utiliza.” Hasta ahora, las ciudades en el noreste y en California  están liderando el camino, ya que  los costos de energía son más altos en estas áreas, “pero es bueno allanar el camino y mostrar algo de liderazgo.”

lunes, 19 de diciembre de 2011

Cuando las placas fotovoltaicas son más baratas que la red eléctrica

La semana pasada se publicó en el BOE el Real Decreto 1699/2011 que regula la conexión a la red de las instalaciones de producción de energía de pequeña potencia, como pueden ser unas placas fotovoltaicas o una miniturbina eólica. Este texto introduce importantes novedades y empieza a despejar el camino para el autoconsumo con renovables, un cambio que despierta grandes expectativas.

Esta nueva normativa extiende una serie de facilidades que ya tenían las placas fotovoltaicas para conectarse a la red  (con el RD 1663/2000) a otras muchas tecnologías diferentes, como la minieólica o la cogeneración. Y mejora algunos aspectos. En concreto, la regulación se aplica (artículo 2) a instalaciones pequeñas de una potencia no superior a 100 kilovatios (kW), así como a otras mayores, de cogeneración y biomasa, cuyo límite se fija en 1.000 kW.  “En todo el tiempo que ha tardado en aprobarse el decreto, se han producido mucho cambios, pero este texto siempre será mejor que lo que teníamos antes, que era nada; esto nos permite nacer como sector”, comenta Javier Forte, presidente de la sección de minieólica de la Asociación de Productores de Energías Renovables (APPA), que asegura que “el futuro de las renovables pasa por la microgeneración distribuida”.

Una de las novedades de esta norma (artículo 9) es que instaura un nuevo procedimiento abreviado para las instalaciones más pequeñas de una potencia no superior a 10 kW. En este caso, se piden menos requisitos a los dueños de las instalaciones y se acortan los plazos para que las empresas eléctricas respondan a la solicitud de conexión.
Hoy en día, cuando se instalan unas placas fotovoltaicas en casa conectadas a la red lo que se hace es volcar toda la producción al sistema eléctrico para que la aproveche otro. Se vende toda la electricidad renovable a la empresa distribuidora a un precio más alto (pues incluye una prima) y luego se consume la que se necesita de la red como cualquier otro ciudadano, a la tarifa habitual. Se vende a un precio mayor del que se compra y así se obtienen unos beneficios que permiten ir amortizando la instalación renovable.
Ahora bien, como explica Jaume Margarit, director de Energías Renovables del IDAE, este nuevo decreto empieza a preparar el camino para un nuevo escenario totalmente diferente: el momento en el que resulte más ventajoso económicamente consumir la electricidad renovable producida que pagar más por la de la red. ¿Cuándo será más barato un kilovatio hora producido con estas instalaciones renovables, sin subvenciones, que otro de las tecnologías contaminantes? Posiblemente, en menos tiempo de lo que se cree. Pero antes de eso, tardará todavía menos en llegar el día en que el coste de la energía generada por un particular con unas placas fotovoltaicas en su casa sea menor que latarifa eléctrica que pagamos (pues la tarifa incluye muchos otros costes adicionales de la red y del sistema).
Según el director de Energías Renovables del IDAE, esto ocurrirá en unos tres años, seguramente en 2015. Para la Asociación de la Industria Fotovoltaica (ASIF), el autoconsumo es ya incluso más rentable hoy mismo en algunos casos concretos en España: como en Canarias. Con la energía fotovoltaica, esto será distinto en cada sitio y dependerá de la insolación de la zona y del coste de la instalación solar, que cae en picado. En el Plan de Energías Renovables 2011-2020, el IDAE estima que el coste de las instalaciones fotovoltaicas en tejado pasará de 2,89 euros/vatio en 2010,  a 1,90 €/W en 2015 y a 1,32 €/W en 2020. Sin embargo, ASIF asegura que los precios actuales corresponden ya a los que estaban estimados para 2015. “Ahora mismo se pueden encontrar en el mercado internacional incluso placas a 1 €/W”, explica Tomás Díaz, representante de esta asociación fotovoltaica, que explica que el kilo de silicio ha bajado de 450 euros en 2008 a 20 euros en la actualidad. Además, existe un tercer factor que será también determinante: “Las tarifas eléctricas que pagamos van a tener que subir y esto va acelerar la competitividad de estos sistemas”, recalca Margarit.
El autoconsumo tiene mucho que ver con otra de las novedades del RD 1699/2011, como es el establecer por primera vez unas condiciones específicas para la conexión en redes interiores (artículo 13). En la distribución de electricidad, las redes que pertenecen a las empresas eléctricas van por cables hasta el contador de cada casa (que también es de las compañías), pero a partir del contador la propiedad ya es del particular y esto es lo que se denominan redes interiores. Hasta ahora, aquel que quisiera conectar una instalación eléctrica lo debía hacer a la red de las empresas de distribución, pues no había una norma que determinara como conectarse “aguas arriba” del contador. “Ahora sí se establece cómo hacerlo”, detalla Margerit, “pues si hablamos de autoconsumo es evidente que hay que verter esa electricidad dentro de tu propia red”.
Asimismo, este real decreto (en su disposición adicional segunda) estipula que, en el plazo de cuatro meses desde su entrada en vigor, el Ministerio de Industria presente una propuesta de real decreto cuyo objeto sea ya la regulación específica de las condiciones administrativas, técnicas y económicas del autoconsumo. El borrador de esta propuesta entró ya para su análisis en la Comisión Nacional de la Energía (CNE) e introduce otro elemento nuevo muy interesante: el balance neto (net metering, en inglés). Existe mucha expectación en el sector por este otro decreto.
Como explica el director de Energías Renovables del IDAE, las tecnologías que van a llegar antes a ser competitivas son la fotovoltaica y quizá la minieólica, dos sistemas no gestionables cuya producción depende del sol o del viento. Si un particular necesita energía cuando su instalación no está produciendo siempre puede recurrir a la electricidad de la red eléctrica. Pero, ¿qué pasa cuando tiene exceso de kilovatios? Puede ocurrir que esté soplando viento por la noche sin que se pueda consumir en ese momento la electricidad de su mini turbina eólica. O simplemente que se vaya de fin de semana y no pueda aprovechar la energía producida por unas placas fotovoltaicas. En el caso de instalaciones cuya producción en un edificio puede repartirse entre muchas viviendas esto es más fácil de evitar, pero para un único particular puede resultar difícil encajar su curva de demanda con la de producción.
La idea del balance neto es que el consumidor pueda ceder a la red general esta energía que no va a aprovechar, sin contraprestación económica alguna, y a cambio pueda consumir de la red de forma gratuita una cantidad equivalente cuando la necesite. Una especie de trueque.
Según especifica Margarit, gestionar estos excedentes constituye un servicio por el que el consumidor que optase por el balance neto tendría que pagar algo. A fin de cuentas, se le está permitiendo aprovechar una electricidad que se iba a perder sin que pudiera utilizar. Por otro lado, la propuesta es que un consumidor no pueda quedarse con excedentes por compensar al final de un periodo de un año. “En un año tu balance tiene que ser como mucho cero y esta es para mí una de las condiciones importantes”, detalla el representante del IDAE. “Ser autoconsumidor significa que vas a consumir todo lo que produces, lo que obliga a ajustar las instalaciones a la realidad de uno; tú no puedes meter una instalación grandiosa en tu casa y enviar todos los excedentes a la red, porque entonces serías un generador sin pagar nada por ello”.
¿Cuánto puede costar hoy en día colocar en casa unas placas fotovoltaicas o una miniturbina eólica? Según los datos de ASIF, una instalación fotovoltaica tipo de 5 kW costaba en 2008 unos 32.500 euros y hoy en día el precio puede estar ya por los12.000 euros.
En cuanto a la minieólica, la situación es diferente, aunque todo depende del viento y el sol de cada zona. Como especifica Forte, una turbina eólica todavía es un producto que se fabrica a pequeña escala. El precio de un miniaerogenerador de 3 kW puede estar entre los21.000-27.000 euros. “La minieólica no necesita subvenciones monstruosas, pero sí un apoyo para su lanzamiento, estos productos no están todavía industrializados”, comenta el representante de APPA, que llevaba años pidiendo la aprobación de este real decreto. “Ya se puede poner una instalación de minieólica sin que sea alegal”.

martes, 13 de diciembre de 2011

Javier Méndez

¿Cuándo podremos vivir en viviendas realmente sostenibles?
Javier Méndez, Director del Gabinete Técnico del Colegio de Aparejadores de Madrid.Javier Méndez, Director del Gabinete Técnico del Colegio de Aparejadores de Madrid.
Llevamos mucho tiempo oyendo hablar de casas bioclimáticas, eficientes energéticamente, adaptadas al entorno, autosuficientes… Conceptos que caminan hacia una misma meta, que en construcción llamamos “viviendas de consumo casi cero”. Aquellas que, tanto desde su proceso de fabricación como durante su vida útil, incorporan sistemas orientados a reducir al mínimo el consumo energético, y además, generar y aprovechar su propia energía. El resultado es un impacto medioambiental prácticamente nulo. En otras palabras, la vivienda sostenible llevada a su máxima expresión. ¿Realidad o ficción?
Hace 20 años, la sostenibilidad no era determinante en la edificación. La factura eléctrica era lo último en lo que pensábamos antes de comprar una casa, y menos aún el impacto ecológico de su construcción. De un tiempo a esta parte, la conciencia medioambiental ha ido ganando terreno en cada una de las facetas del consumo.
A medida que ha ido creciendo el interés por la sostenibilidad, también se ha ido desarrollando nueva tecnología que ha mejorado de forma exponencial la relación de los edificios con su entorno. Es habitual que las nuevas promociones hagan alarde de su compromiso en este sentido, porque esta sensibilidad ha dejado de ser una moda pasajera para convertirse en un argumento más de los que pueden decidir una compra. Se ha demostrado que la introducción de sistemas de eficiencia energética en edificios ya construidos permite reducir entre un 30 y un 70% el consumo global de energía de un edificio, con el consiguiente ahorro económico para las familias. Por ejemplo, a través de materiales que mejoran el aislamiento térmico, fachadas ventiladas, placas solares.
De hecho, las Administraciones Públicas premian con importantes subvenciones cada actuación orientada a mejorar la eficiencia energética de una vivienda. Ésta será una de las claves para alcanzar el objetivo establecido por el llamado plan 20/20/20, un proyecto europeo para reducir nuestra demanda energética en los próximos años.
Desde enero, en el Colegio de Aparejadores de Madrid estamos trabajando en esta línea. Se trata de fomentar la sostenibilidad a través de diversas iniciativas, como una asesoría gratuita en la que los ciudadanos pueden informarse de las subvenciones disponibles para realizar reformas en su hogar, y cómo solicitarlas. Si bien estas reformas aún no alcanzan el consumo casi cero, es cierto que cada vez estamos más cerca de lograrlo. Ya se han desarrollado proyectos que demuestran que la autosuficiencia energética de viviendas unifamiliares no es una utopía. La clave está en concebir la sostenibilidad desde el propio diseño de la vivienda e integrarla en el entorno.
Cuando se estudian las condiciones medioambientales y se aplica una combinación de sistemas adaptados, la optimización de la energía se multiplica. En esencia, son planteamientos sencillos aunque tenidos en cuenta desde un punto de vista global, como seleccionar estratégicamente la orientación respecto al sol, ubicar las ventanas facilitando la ventilación cruzada, elegir su anchura según la entrada de los rayos solares, incorporar energías renovables.
Al ritmo al que ha avanzado la tecnología, no es descabellado pensar que a corto plazo, las nuevas viviendas que se construyan desde cero serán autosuficientes energéticamente. Para que este concepto se generalice y ofrezca verdaderos resultados, será necesario ir renovando poco a poco nuestro parque inmobiliario, una necesidad cada vez más obvia en muchos de los cascos históricos de nuestras ciudades. Se trata de un proceso largo y lento, que nos lanza el reto de mantener viva la conciencia medioambiental para evitar quedarnos a medias. Los ciudadanos tienen que seguir exigiendo viviendas más sostenibles, al mismo tiempo que los profesionales debemos estar a la altura de las circunstancias.
Desde el Colegio de Aparejadores de Madrid nos hemos propuesto abanderar este cambio y queremos que el aparejador se consolide como una de las figuras mejor preparadas en la promoción de la vivienda sostenible. Después de todo, las viviendas hablan de nosotros, de nuestra cultura, de nuestra tecnología y de nuestra interacción con el medio ambiente. Habrá que empezar por cambiar viejos hábitos y reforzar nuestro compromiso con el entorno para que en un futuro cercano, mirar a nuestras ciudades signifique mirar a una sociedad más sostenible. Un paso más en el desarrollo humano.

la fotocatálisis

Reducción de la contaminación en el medio urbano a través de sistemas basados en la fotocatálisis
Por medio de la fotocatálisis se puede eliminar contaminantes presentes en las zonas urbanas, entre ellos los nocivos NOx. Este sistema no es estrictamente una novedad ya que el principio es muy conocido. Pero supone una opción para combatir la polución en las ciudades que todavía no ha sido explorada a fondo y que sólo podrá ser validada como método definitivo en la medida en que se extienda su uso.
ENVIADO POR: INNOVATICIAS.COM / RED / AGENCIAS, 11/12/2011, 14:40 H | (5) VECES LEÍDA
¿Para qué sirve?
En los últimos años, y simultáneamente, algunas empresas han venido investigando y desarrollando, incluso en aplicaciones comerciales, una solución paliativa al problema de la contaminación de las ciudades. Se trata de materiales que incorporan un fotocatalizador que contribuye significativamente a reducir los niveles de óxidos de nitrógeno (NOx ) en el aire.
Los niveles de contaminación provocados por los óxidos de nitrógeno (NOx) suelen superar el límite permitido en muchas ciudades como Madrid y Barcelona y mientras no haya una gran reducción del tráfico rodado o se extienda el uso del vehículo eléctrico existen pocas soluciones.
Los efectos de los óxidos de nitrógeno son negativos para el medio ya que contribuyen son al efecto invernadero y el calentamiento global. Y para la salud son peligrosos en función de la exposición a la que se ve sometida la población. Los NOx, afectan principalmente al aparato respiratorio. Una elevada concentración puede provocar tos, sensación de cansancio e irritaciones en las vías respiratorias.
¿Cómo funciona?
La fotocatálisis es un fenómeno natural basado en una reacción química natural que se pone en marcha por la acción combinada de la luz y del aire y que lleva a que sustancias orgánicas e inorgánicas nocivas se conviertan en compuestos inocuos.
De este modo, la fotocatálisis favorece una descomposición más rápida de los contaminantes impidiendo su acumulación. Básicamente, oxida los NOx convirtiéndolos en nitratos. Los nitratos generados suponen una cantidad poco significativa sin impacto en el medioambiente y se disuelven con la lluvia.
La eficiencia del fotocatalizador depende de la irradiación de luz que reciba. La I+D se plantea en este momento el reto de ampliar la eficiencia del fotocatalizador en condiciones de iluminación solar escasa o nula (p.ej. durante la noche o en espacios confinados). La presencia de luz solar es suficiente para la activación del fotocatalizador.
Un ejemplo de fotocatalizador es el dióxido de titanio (óxido de titanio (IV) o E171). Es un compuesto en forma de polvo cristalino incoloro, con tendencia al blanco, no perjudicial para la salud. El dióxido de titanio se usa principalmente, por su alto índice de refracción, como pigmento blanco en las pinturas, en las materias plásticas, en el cemento de construcción y como opacificante en las pinturas de color; por ello, también es conocido comúnmente como “blanco de titanio”.
Cuando el dióxido de titanio está expuesto a la radiación ultravioleta proveniente de la luz solar, éste absorbe la radiación y se provoca una excitación electrónica. Diversas reacciones se producen en la superficie de los cristales del dióxido de titanio.
Fotolisis del agua:
H2O → H+ + OH (hidróxido radical) + e-
O2 + e- → O2- (a superóxido ion)
La reacción subsiguiente:
H2O + O2 → H+ + O2- + OH
El hidróxido radical es un poderoso agente oxidante y puede oxidar dióxido de nitrógeno a iones de nitratos:
NO2 + OH → H+ + NO3-
El ión superóxido es capaz a su vez de transformar los iones nitratos a partir de monóxido de nitrógeno:
NO + O2- → NO3-
La oxidación de NOx a iones de nitrato ocurre mucho más lentamente que en condiciones atmosféricas debido a la baja concentración de reacciones. La oxidación fotoquímica con la ayuda del dióxido de titanio es mucho más rápida porque la energía absorbida por la capa encima del pavimento y también porque los reactivos se mantienen juntos en la superficie del bloque. La reacción usando dióxido de titanio ha demostrado ser de un gran poder oxidante frente a otros catalizadores basados en metales.
Principales aplicaciones
Los fotocatalizadores se han desarrollado tanto para pavimento (calles, aceras y otras superficies pavimentadas) como para fachadas, con diversos elementos donde incorporarlos: calles, aparcamientos, plazas, edificios, etc.
En pavimentos se han probado en Osaka (Japón) y en grandes ciudades como París, Londres o Milán. Madrid ha sido pionera en España de la implantación de este producto en el asfalto de una calle céntrica. Se utiliza para este asfalto un compuesto muy líquido que incluye óxido de titanio y que se coloca en la parte porosa del betún.
En estos momentos (verano de 2011) todavía no existe un estudio que haya proporcionado resultados concluyentes para comprobar la operatividad de este sistema a gran escala, entre otras cosas porque su aplicación se ha llevado a cabo de manera puntual. Algunos expertos se muestran escépticos, no frente a la capacidad del fotocatalizador de convertir el dióxido de nitrógeno en nitrato, sino respecto a las posibilidades de disminuir la presencia del contaminante en la atmósfera. Esto sólo se podrá conocer con un grado de aplicación mayor que el actual.
La duda sobre la efectividad a gran escala se basa en el hecho que en un medio atmosférico se necesita un proceso de agitación importante del aire para asegurar que la reacción que ocurre en la superficie del recipiente –por ejemplo el asfalto- sea total sobre los compuestos que hay en el medio atmosférico. Otro aspecto que queda abierto para el debate es la cuestión de los costes de implantación y de mantenimiento.
Más información:

INNOVAticias.com - www.ecourbano.es

lunes, 12 de diciembre de 2011

CUBIERTAS VERDES...

Invernaderos para las azoteas de la ciudad



Parecía que la agricultura era una cosa que ocurría únicamente en el campo. Craso error. Desde el siglo XX no se divisaba el XXI y por eso nadie pudo imaginar que las azoteas de los edificios en las ciudades podían convertirse en invernaderos. La idea no es nueva pero, en la actualidad, no solo se propaga por los tejados de grandes metrópolis de todo el mundo. La técnica se está haciendo más sofisticada para que no solo crezcan lechugas y los terrados se conviertan en verdaderos ecosistemas agrícolas con 50 plantas distintas y su correspondiente comunidad de insectos.
Este concepto de invernadero es una propuesta de la compañía holandesa de diseño Except. Junto a InnovationNetwork y SIGN han desarrollado un modelo de invernadero que va más allá del monocultivo y es, en realidad, un ecosistema en el que pueden crecer a la vez hasta 50 tipos de frutas y verduras distintas junto a los insectos que hacen posible su crecimiento sin necesidad de fertilizantes ni pesticidas artificiales.
Llenar los tejados de Nueva York con estos invernaderos podría suministrar alimentos suficientes para la mayoría de sus habitantes, según la compañía. Y en el caso de una ciudad con menos densidad de población, como Rotterdam, podría cubrir hasta el 80% de sus necesidades alimenticias utilizando solo el 3% de su superficie.
La intención de este sistema, llamado Polydome, es cultivar verduras y frutas en el cielo de ladrillo de las ciudades para promover la agricultura local (realmente local, no la del pueblo de las afueras) y hacer de las ciudades espacios más habitables y naturales.



Para poder abastecer a la comunidad con este tipo de agricultura biológica, Except propone plantar semillas compatibles en una misma tierra de cultivo y que requieran el mismo tipo de luz y nutrientes con el fin de maximizar la productividad del invernadero.
Este modelo de agricultura está concebido desde la filosofía zero-waste o, también, desde la lógica de la Blue Economy (la teoría económica que toma como modelo la naturaleza porque, en su dinámica de funcionamiento, no genera basura ni desperdicios). El enfoque de Polydome se basa en reutilizar todos los residuos de las cosechas. Los restos de plantas no aptas para el consumo se emplean como abonos o como comida para animales. Los excrementos de los animales se usan como fertilizante natural.
En estos invernaderos urbanos se utiliza también el cultivo hidropónico (un tipo de agricultura que no requiere el empleo de tierra. Las plantas se nutren de agua y minerales). La lechuga, las fresas, los pimientos o las judías verdes, por ejemplo, pueden crecer perfectamente mediante este sistema.
Except plantea en Polydome la cría de pollos en estos espacios, peces en estanques artificiales e insectos en los cultivos. Entre ellos, las abejas, para producir miel.
La compañía asegura que un ecosistema Polydome puede durar unos 30 años. La explicación del proyecto, en detalle, está recogida en este libro editado en PDF bajo licencia creative commons.


Fuente: YOROKOBU
Imágenes: Except

Banca Verde!

Los bancos pueden ayudar a encontrar el camino de los países a una economía global competitiva, al apoyar la consecución de un futuro más verde y más sostenible.
banqueros verdes
Después de los eventos que llevaron a la crisis crediticia y a nuestra actual situación fiscal, lo último que la gente quiere son más banqueros. ¿Y si fueran banqueros verdes?
Los banqueros verdes podrían liderar un nuevo  mundo de las finanzas y ayudar a EU a encontrar su camino en una economía global competitiva, mientras apoyan a empresarios y hombres de negocios que van a ofrecer un futuro más sostenible para todos.
En inglaterra, por ejemplo, recuperar los servicios financieros, especialmente en Londres, que es conductor clave del éxito económico de Gran Bretaña, debía ser de interés de todos. Un servicio fiscal exitoso, no solo hace flotar los ingresos fiscales, sino que un capital financiero próspero apuntala el crecimiento al crear empleos de alto valor y la actividad económica en todo el país. Durante los últimos 45 años, el comercio de servicios financieros ha traído un gran excedente de dinero al Reino Unido – incluso durante la crisis – a pesar de que la balanza total de pagos ha sido negativa durante los últimos 25 años.
Así que, en la medida en que buscamos una forma de crear una recuperación económica, será difícil olvidar el papel de los servicios financieros. De la misma manera que Londres ha sido líder en financiar la industrialización internacional y el desarrollo, podemos hacer lo mismo por la capital – una transición intensiva global hacia una economía verde,  de bajo carbono y sostenible.
Aunque este sector no está maduro, el mercado internacional en el cual está basado es grande y crece rápidamente. De acuerdo con un reporte sobre inversiones en energía limpia global de Blommerg/Pew Center, hubo un record de $243000 millones en financiamiento e inversiones en 2010. Se estima que en Europa se requiere de € 1000 millones en inversiones en la infraestructura energética en esta década solamente y globalmente, $ 46 miles de millones hasta el 2050, para luchar contra el cambio climático.
Los esfuerzos británicos para ganar una parte del mercado en estos grandes y crecientes mercados verdes se deben extender a cada sector, desde servicios hasta manufactura e I&D. Pero somos afortunados, ya que el capital Británico de servicios financieros tiene una base excelente sobre la cual crecer. Londres es ya la capital líder en financiamiento verde, pero esta privilegiada posición se alcanzó, casi enteramente, por accidente.
Como el centro financiero más grande dentro del esquema de comercialización de lasemisiones de CO2 de la Unión Europea (ECE) y como parte de un país desarrollado que, a diferencia de EEUU, firmó el protocolo de Kyoto, Londres se convirtió, por defecto, en el centro del mercado de EEUU e internacional, del carbono.
Otro factor crítico ha sido la promoción activa de políticas verdes y relacionadas con elcambio climático, por gobiernos sucesivos Británicos y de la UE. Esto no solo crea una plétora de oportunidades de inversiones verdes en un territorio grande y cerrado – el mercado europeo – al que pueden tener acceso los profesionales radicados en Londres, sino también significa que Londres se ha convertido en un centro líder en la política verdey  una máquina de ideas. Las ideas en políticas verdes que comenzaron en los grupos de expertos, ONGs e instituciones académicas, fueron rápidamente recogidas por los políticos de GB, diseminadas a través del centro internacional de medios de comunicación en Londres y finalmente,  promovidas en otros estados miembros de la UE e internacionalmente. Gran Bretaña puede estar orgullosa de sus nexos con la innovación verde.
Pero el prometedor comienzo de Londres en este nuevo sector puede ser puede ser puesto en peligro exitosamente.
Seremos seriamente probados por otros capitales financieros ambiciosos, incluyendo ciudades que se perdieron el primer tiempo,  como Nueva York, Chicago y Sídney, o por aquellos que lo han identificado como un área para crecer, como Frankfurt, Shanghái, Hong Kong, Singapur y Tokio. Esa es una mezcla intimidante de competidores, desde cualquier punto de vista.
Así que, ¿qué podemos hacer para apoyar este éxito inicial? Un requisito esencial es sostener la salud total del capital como un centro financiero, por ejemplo, asegurar que Londres sea un lugar bien regulado y asequible para hacer negocios. Pero, más allá de estos factores genéricos, podemos y tenemos que hacer más.
El gobierno de GB y el alcalde de Londres pueden ayudar directa e indirectamente. Ellos tienen que hacer que las políticas pioneras en GB y Europa sean exitosas, como las ECE de la UE, nuevos esquemas que permitan la inversión privada en eficiencia energética(el “Acuerdo Verde”) y calor renovable (el incentivo al calor renovable). Nuevas iniciativas, como el Capital markets climate initiative, lanzado por Greg Baker, un ministro para elcambio climático, necesitan convertirse en exitosas plataformas a largo plazo para que aquellos que hacen políticas y  están en los centros financieros, se unan y ayuden a dar soluciones al cambio climático.
El gobierno también puede asegurarse de que los innovadores académicos en el campo del cambio climático, como el Imperial College, obtengan los fondos de investigación que necesitan para tener éxito. Las Olimpiadas más verdes y el legado Olímpico, también pueden ser diseñados para apoyar a empresarios verdes y de bajo carbono. Adicionalmente a estos esfuerzos, tenemos que mandar las señales adecuadas a los hombres de negocios e inversionistas de que Londres toma en serio el éxito. El nuevo banco de inversiones verdes de GB estará ubicado en la capital, por ejemplo, y la nuevamente prometida zona empresarial de Londres, debe ser diseñada para atraer y apoyar innovadores verdes a largo plazo.
Estas medidas podrían ayudar a Londres a mantenerse en el juego  y apoyar nuestra recuperación económica. Esto ayudará a GB a ganarse su camino en el mundo, transformar el planeta para hacer de él algo mejor  y quizás, salvar algo de la reputación de los banqueros.