lunes, 12 de diciembre de 2011

CUBIERTAS VERDES...

Invernaderos para las azoteas de la ciudad



Parecía que la agricultura era una cosa que ocurría únicamente en el campo. Craso error. Desde el siglo XX no se divisaba el XXI y por eso nadie pudo imaginar que las azoteas de los edificios en las ciudades podían convertirse en invernaderos. La idea no es nueva pero, en la actualidad, no solo se propaga por los tejados de grandes metrópolis de todo el mundo. La técnica se está haciendo más sofisticada para que no solo crezcan lechugas y los terrados se conviertan en verdaderos ecosistemas agrícolas con 50 plantas distintas y su correspondiente comunidad de insectos.
Este concepto de invernadero es una propuesta de la compañía holandesa de diseño Except. Junto a InnovationNetwork y SIGN han desarrollado un modelo de invernadero que va más allá del monocultivo y es, en realidad, un ecosistema en el que pueden crecer a la vez hasta 50 tipos de frutas y verduras distintas junto a los insectos que hacen posible su crecimiento sin necesidad de fertilizantes ni pesticidas artificiales.
Llenar los tejados de Nueva York con estos invernaderos podría suministrar alimentos suficientes para la mayoría de sus habitantes, según la compañía. Y en el caso de una ciudad con menos densidad de población, como Rotterdam, podría cubrir hasta el 80% de sus necesidades alimenticias utilizando solo el 3% de su superficie.
La intención de este sistema, llamado Polydome, es cultivar verduras y frutas en el cielo de ladrillo de las ciudades para promover la agricultura local (realmente local, no la del pueblo de las afueras) y hacer de las ciudades espacios más habitables y naturales.



Para poder abastecer a la comunidad con este tipo de agricultura biológica, Except propone plantar semillas compatibles en una misma tierra de cultivo y que requieran el mismo tipo de luz y nutrientes con el fin de maximizar la productividad del invernadero.
Este modelo de agricultura está concebido desde la filosofía zero-waste o, también, desde la lógica de la Blue Economy (la teoría económica que toma como modelo la naturaleza porque, en su dinámica de funcionamiento, no genera basura ni desperdicios). El enfoque de Polydome se basa en reutilizar todos los residuos de las cosechas. Los restos de plantas no aptas para el consumo se emplean como abonos o como comida para animales. Los excrementos de los animales se usan como fertilizante natural.
En estos invernaderos urbanos se utiliza también el cultivo hidropónico (un tipo de agricultura que no requiere el empleo de tierra. Las plantas se nutren de agua y minerales). La lechuga, las fresas, los pimientos o las judías verdes, por ejemplo, pueden crecer perfectamente mediante este sistema.
Except plantea en Polydome la cría de pollos en estos espacios, peces en estanques artificiales e insectos en los cultivos. Entre ellos, las abejas, para producir miel.
La compañía asegura que un ecosistema Polydome puede durar unos 30 años. La explicación del proyecto, en detalle, está recogida en este libro editado en PDF bajo licencia creative commons.


Fuente: YOROKOBU
Imágenes: Except

2 comentarios:

  1. Soaring Seawater Farms for a Self-Sufficient Dubai

    Dubai is a burgeoning metropolis surrounded by seawater that relies on imports for nearly all of its food. Addressing the region’s lack of natural resources, Italian architects Studiomobile have conceived of a Seawater Vertical Farm that draws upon local resources to create a sustainable source of food for a cleaner, greener and more self-sufficient Dubai. Envisioned as a spire that branches off into soaring sky-gardens, the design uses seawater to create an ecosystem conducive to growing crops amid the clouds.

    Agriculture consumes nearly 70% of the world’s fresh water, which leaves many areas of the earth subject to shortages of this essential resource. Saltwater, on the other hand, is available in abundance around the globe, which makes sustainable desalination an enticing option for producing potable water for food production. Dubai’s lack of fertile soil and fresh water make it a perfect candidate for seawater farms, which stand to cut down on the emirate’s regular truckloads of goods while significantly reducing the region’s oil dependency and greenhouse gas emissions.
    Based upon the design of Seawater Greenhouses in Oman and the Gran Canarias,Studiomobile‘s ‘Seawater Vertical Farm’ utilizes seawater to cool and humidify the air that ventilates multiple greenhouses, while sunlight distills the saltwater into fresh water to provide life for thousands of plants. Whereas most of today’s desalination plants rely on costly and energy-intensive boiling and pumping, the Seawater Vertical Farm works in a passive manner, continuously cycling through 3 phases for a year-round supply of food.




    In the first phase, incoming seawater is evaporated to condition the air of the tower, creating a humid environment that is perfect for growing crops. Next, the air is pushed out of the greenhouse and through another evaporator that mixes the humid air with warm air from the outside. In the third phase, the hot humid air is pushed upwards due to the stack effect. On the way up, fresh water condense around tubes of cool seawater and as drops accumulate they fall into a collection tank which then waters the crops. In a city known its arid landscape and experimental architecture, the Seawater Vertical Farm offers an enticing source of sustainable agriculture, although its implementation may be quite a ways off granted the current economic climate.

    Read more: Soaring Seawater Farms for a Self-Sufficient Dubai | Inhabitat - Green Design Will Save the World

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  2. Las cubiertas vegetales que creamos producen multitud de beneficios, entre ellos:



    Beneficios para la salud:

    1m2 de cobertura vegetal genera el oxígeno requerido por una persona en todo el año. (Darlington, 2001)
    1m2 de cobertura vegetal atrapa 130 gramos de polvo por año. (Darlington, 2001)
    Una cubierta de 60m2 portadora de estos sistemas filtra al año 40 toneladas de gases nocivos. (Wolverton et al. 1989)
    Una cubierta de 60m2 portadora de estos sistemas es capaz de atrapar y procesar 15 kg de metales pesados. (Darlington, 2001)
    Mejora el rendimiento y reduce malestares de las personas que tienen vegetación en su lugar de trabajo. (Lohr et al.. 1996; Bringslimark, et al. 2007)
    Reducción de ruidos. Los cubiertas vegetales son excelentes atenuadores de ruido, especialmente a bajas frecuencias. Un techo extensivo puede llegar a reducir hasta 40 dB, mientras que un intensivo puede llegar a atenuar hasta 50 dB.




    Beneficios directos:

    Ahorran espacio: No es necesario encontrar espacios para los jardines, aprovechando un espacio ya existente previamente.
    Ahorran dinero: Reducen hasta 5 grados la temperatura interior de un edificio en verano así como la mantienen en invierno, ahorrando hasta 500€/m2 al año. (Akira Hoyano, profesor del Tokyo Institute of Technology)
    Ahorran agua: Los consumos de agua son equilibrados y optimizados debido a la acumulación y aprovechamiento del agua de lluvia.
    Ahorran mantenimientos: No atraen ni permiten la proliferación de insectos y bacterias puesto que este sistema aporta un repelente biológico.
    Mayor eficiencia energética. Una cubierta vegetal reduce la transmisión de calor de ganancia de la edificación (período de verano) en un 95% respecto de una techumbre normal y que dicha reducción llega a un 26% en casos de pérdidas de calor (período de invierno).
    Incremento de la durabilidad de la membrana impermeabilizante. Las cubiertas vegetales tienen, en promedio, una vida útil de 25 años, lo que implica una reducción de costos por reparaciones y mantenimientos de techumbres en un 40%.




    Beneficios indirectos:

    Reducen el efecto de isla de calor de las grandes ciudades. (Profesor Hiroyuki Yamada) El Efecto Isla de Calor Urbana (ICU) es el incremento de la temperatura ambiente promedio en zonas urbanas, que se produce por el reemplazo de la vegetación natural por pavimentos, edificaciones y otras estructuras destinadas a dar un hábitat a la población.
    Habilitan espacios urbanos no usados.
    Mejoramiento de la gestión de aguas lluvia. El uso de cubiertas vegetales reduce el caudal de escorrentía urbana, aportando efectivamente a solucionar la problemática urbana de inundaciones o anegamientos de poblaciones.
    Uso de elementos reciclados y reciclables: Los elementos de drenaje de las cubiertas ajardinadas están fabricados con materiales reciclados, como el caucho y el polietileno, contribuyendo así a preservar materias primas.


    Beneficios funcionales:

    Revalorización del edificio, mediante una mejora estética del mismo.
    Integración arquitectónica y mejora paisajística del edificio.
    Creación de separación de áreas con vegetación.
    Gran adaptabilidad: En interior, en exterior, con cualquier forma, cualquier terminación.

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